Casi el desenlace.
Hay momentos en los que anhelas que lleguen noticias, novedades sobre algo que te interesa.
A veces, con el paso del tiempo, llegas incluso a olvidar la posibilidad de que lleguen, de que puedan, algún día, surgir.
Y de repente, las noticias, simplemente llegan. Cuando tienen que llegar.
Me acaban de confirmar que hay sentencia firme sobre mi caso. Se leerá en Roma, el próximo día 24 de abril a las 10 de la mañana. Y yo estaré allí.
Nicola, mi abogado, prefiere no hacer pronósticos. Yo tampoco.
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